miércoles, 5 de enero de 2011

Apuntes de bitácora de edén coronado sobre la sesión dedicada a la pintura, expuesta por bernardo calderón.

Sesión del 16 de diciembre de 2010.

Para Bernardo, el acometimiento de la pintura ha tenido desde siempre dos aristas: por un lado lo figurativo como cariz de interpretación del mundo y por el otro el desnudo como condición de la materia, de la cosa. Para la sesión que se apunta, el pintor nos ofrece el trabajo que reunió en la más reciente exposición que tuvo lugar en el Centro Nacional de las Artes en el otoño pasado y que lleva por nombre "Causes fragmentados".

Como el propio calderón lo explica, la obra tiene como eje formal el detalle y la distorsión (particularmente el efecto del agua) para plantear una abstracción de lo figurativo. Un poco más temáticamente hablando, la tensión (si bien ésta se presenta como un elemento formal, revela también una condición de estado, de situación y tono) aparece como otro elemento que altera o deforma lo concreto de lo figurativo.
Hasta aquí las lineas básicas que dibujan la obra que se dispone para discutir in situ las problemáticas más evidentes en la definición de la pintura como categoría artística. Por ello Bernardo trae a la reflexión el hecho de que tanto las posturas políticas de las administraciones públicas así como los valores de mercado han definido los criterios de definición de lo artístico al punto máximo de la declaración de la muerte de la pintura en los últimos tiempos. El privilegio de una óptica (en particular, cercana al neoconceptualismo) y muy particularmente los valores de mercado dictados por las galerías y eventos de exposición más significativas (bienales, premios, etc.) han influido en la perspectiva fatal en contra de la pintura, privilegiando mecanismos y medios alternativos de las artes plásticas.
Con este estado de cosas, observamos como en el ámbito moderno, las definiciones de la disciplina artística (no solo de la pintura) se han separado de la naturaleza de la obra en sí.
Por ello cabe preguntarse si es posible volver a dirimir los principales problemas en cuanto a la definición de la categoría artística en base a la naturaleza propia de las obras creadas, independientemente de como éstas operan en el espectador, la crítica, el mercado, o el reconocimiento del Estado, principalmente.
De esta forma, llegamos al reconocimiento de que la pintura más que una categoría artística como tal lo que puede tener es una definición de técnica dentro de una categoría mayor que probablemente sea lo plástico, visual.
Pero es en ese sentido, sobre todo que aterrizamos la posibilidad de establecer, más que una categoría artística, la pretensión artística como eje de la discusión sobre sus problemáticas. Pretensión que bien podemos precisar como intención o intencionalidad artística.

Así, la obra en particular que tenemos frente a nosotros despierta algunas preguntas como: ¿De dónde surgen la necesidad del viraje de lo figurativo a lo abstracto? y ¿Qué relación guarda el detalle de lo corpóreo  o más aún el autorretrato como intimidad de la mirada?
Para Bernardo, en primera instancia, lo abstracto aparece como una necesidad de  búsqueda de otros manejos de la expresión, más que de una motivación formal. En cuanto a lo intimo, esto se relaciona con el autorretrato en la medida de que es un punto de vista que desentraña el ejercicio de la indagación que el pintor se propone cada que vuelve a la pintura, por encima de un punto de vista temático. Esto es, las posibilidades del artista de volcarse una vez más sobre el trabajo creativo en función de una linea especifica o un motivo sin tener por qué necesariamente abordar un tratamiento nuevo (formal, temático, etc.). Las nociones de estudio que un artista plástico desarrolla se podrían, desde ese plano, equiparar a las nociones de ensayo de un escritor (o de cualquier otro creador) que se plantea una indagación que rebasa los limites de una obra en particular. Así se equiparan también las nociones del boceto con las obras que más que pretender su completud como tal, se proponen como ejercicios de una exploración mayor.